Estamos hartos de leer cada cierto tiempo que la homeopatía es un timo, que no es medicamento, que los farmacéuticos engañamos para ganar dinero, que se trata de un placebo…
Intentaremos refutar razonando todas esas afirmaciones que de vez en cuando aparecen en los medios de comunicación.
Para empezar lo más importante, ¿se trata de un medicamento?, ¿está reconocido como tal?, ¿qué ocurre en otros países?
¿Y cual es su mecanismo de acción?, ¿No hay nada en un medicamento homeopático?
Intentaremos ser breves contestando de forma sencilla todas éstas preguntas.
Punto de vista legislativo
Pues para empezar diremos que la Ley del Medicamento, norma superior en cuanto a esta materia se refiere de nuestro Ordenamiento Jurídico, recoge en su artículo 54 “Los productos homeopáticos preparados industrialmente y que se comercializan con indicación terapéutica se someterán a todos los efectos al régimen de medicamentos previstos en esta Ley”.
Luego el reconocimiento como medicamento no se cuestiona como se recoge en nuestra norma suprema en ésta materia y además esta misma ley prevé en su artículo 23.b que “se denegará su autorización a todo medicamento que carezca de utilidad terapéutica”. Extendiendo esta afirmación para los medicamentos homeopáticos podemos decir sensu contrario que se trata de medicamentos de utilidad terapéutica.
En cuanto a lo que ocurre en otros países, y no precisamente países poco desarrollados desde el punto de vista sanitario como Francia, Alemania o Inglaterra, el Sistema Público de Salud no sólo reconoce su efectividad sino que la apoya fácticamente ya que asume dentro de su prestación farmacéutica su coste para que los tratamientos con medicamentos homeopáticos salgan gratis a la población.
Otro tema, ¿es un negocio importante para los farmacéuticos?. Vistos los datos de lo que como negocio supone para las oficinas de farmacia en nuestro país podemos decir que es muy poco importante con respecto al resto de los medicamentos dispensados ya que dentro del volumen de negocio total de una farmacia supone entre un 0% a un 3% de su facturación total. Para eso las farmacias que dispensan homeopatía por valor de un 3% de su total facturado son farmacias verdaderamente especializadas y que conocen muy bien estos medicamentos. De entre todas las farmacias aquellas que pueden llegar a los volúmenes de facturación máximos antes mencionados del 3% suponen el 0,1% de las farmacias totales españolas. Luego las cifras son ridículas, no podemos hablar por tanto del supernegocio del que hacíamos referencia.
¿Y cual será la causa entonces por la cual las farmacias están interesadas en la homeopatía y algunas de entre ellas muy interesadas? Pues la respuesta es sencilla, se trata simplemente del interés de todo profesional por realizar bien su trabajo le lleva al farmacéutico a intentar responder a la demanda de medicamentos que los profesionales médicos requieren en sus prescripciones y que los usuarios requiere. Y volviendo a la Ley del Medicamento en ella está definida en su artículo 5.3 la función del farmacéutico “La custodia, conservación y dispensación de medicamentos de uso humano corresponderá a las oficinas de farmacia abiertas al público legalmente autorizadas”. En aras a realizar su función tal y como le indica la ley custodia, dispensa, conserva e informa para el bien de la salud de todos.
Mecanismo de acción de la homeopatía
En cuanto al mecanismo de acción la verdad es que se desconoce, como ocurre con la mayoría de mecanismos de acción de lo que llamamos medicamentos tradicionales. Para estos últimos y para los homeopáticos existen ciertas evidencias y muchas hipótesis pero querido lector no vamos a desarrollarlas por miedo a aburriros. En el caso de los medicamentos homeopáticos se sabe que no son inhibidores de los síntomas clínicos y que lo que hacen es acelerar los procesos fisiológicos para que las patologías se resuelvan lo más rápidamente posible dentro de nuestra natural forma fisiológica de actuar.
Y ¿existe molécula en un medicamento homeopático?, Pues a veces no. Todo esto dentro de la Teoría de Avogadro por la cual por debajo de 6,023×10 -23 no hay molécula. Esto último, que es un verdadero rollo, es interesante escribirlo para quien lo entienda y perdona si tú, interesado lector, no eres uno de esos, me acercaré a ti. En Homeopatía debemos de hablar desde la física no ya desde la química porque trabajamos con diluciones tan elevadas que efectivamente ya no hay materia según la Teoría de Avogadro. Pero quien sabe un poco de física sabe que la disposición molecular en el espacio de un elemento químico puede ser infinitamente variada, y esto es lo que nos dará un perfil distinto y como consecuencia un elemento distinto y un medicamento distinto.
Es de remarcar que todas las críticas que recibe este sistema terapéutico vienen siempre desde lenguas desconocedoras totalmente de lo que es Homeopatía ya que en el momento en que se estudia ésta, lo que por cierto no es sencillo de ahí el pequeño número de profesionales que se dedican a ella, ya no se critica sino que se venera.
Podríamos escribir una tesis sobre este controvertido tema pero lo dejamos aquí para si queréis profundizar más adelante.
Autora: Carlota Olaizola, farmaceútica
http://www.farmaciacarlotaolaizola.com